Cualquier persona que se plantee invertir en los mercados financieros busca obtener una rentabilidad, pero no se puede negar que estos mercados incorporan un riesgo inherente a sus activos, donde el binomio rentabilidad riesgo es directo, es decir, que a mayor riesgo, mayor será el porcentaje de beneficio o pérdida. De igual forma, antes de acometer una inversión es imprescindible saber que la bolsa no funciona como una ruleta, en la que la apuesta va a depender de probabilidades estadísticas. En este orden de palabras, los activos financieros se ven afectados por un sin número de variables incorporadas al activo, pudiendo incrementar o disminuir su volatilidad, y por ende su riesgo. Es por este motivo, por el que se deben seguir ciertas pautas, y sobre todo, para no cometer ciertos errores que hay que evitar para proteger la inversión.
Los potenciales inversores que, actualmente, realizan operaciones en mercados financieros, deben tener un nivel de conocimientos mínimos: teóricos, prácticos y, sobre todo experiencia. Por un lado, los conocimientos teóricos son relativamente fáciles de conseguir y asimilar, ya sea a través de cursos de formación, manuales, seminarios, etc. Y por otro lado, la práctica que solamente con disponer de una cantidad de dinero en efectivo o acciones para depositar en pignoración y acudir a una Sociedad o Agencia de Valores, y firmar un Contrato de Operativa, se tendrán los medios para comenzar a comprar y vender los activos financieros en los que se quiera operar.
Sin embargo, lo que ya resulta más complicado es encontrar a alguien que con buena voluntad y de forma desinteresada, este dispuesto a advertir sobre los posibles peligros que pueden sufrir, con toda seguridad, a la hora de invertir en bolsa. Esto lleva a que el concepto riesgo y error guarde un paralelismo entre los mismos, ya que el peligro que conlleva operar en mercados financieros, muchas veces proviene de los errores que generalmente se cometen.
Como respuesta a la necesidad de difundir los riesgos derivados de los mercados financieros para los inversores, Self Trade bank ha publicado un libro titulado “100 errores al invertir en Bolsa”, en aras de divulgar una mayor cultura financiera entre las “personas que estén pensando en iniciarse en el mundo de la Bolsa, pudiendo encontrar un sencillo manual donde descubrir interesantes pistas para optimizar sus inversiones”.
Si bien es cierto que es imposible resumir este libro en un artículo, es verdad que algunos de los errores más comunes son de vital importancia, por lo que es importante desarrollar una argumentación que pueda servir a los lectores para comprender la necesidad de tener precaución y reflexionar, antes de adentrarse en el complicado y competitivo laberinto de la especulación.
En primer lugar, los inversores deben tener en cuenta que el mercado es como un río, y en la medida en que se quiera nadar a contracorriente, el desgaste físico será mayor, y seguramente no se llegará al punto preestablecido. Esto se debe a que el mercado presenta tendencias dominantes a largo plazo (más de un año) que pueden ser bajistas o alcistas. Para identificarlas, la teoría de Dow es la más adecuada. Aunque es muy amplia, se puede decir que un valor estará en tendencia alcista cuando presente en sus últimos movimientos máximos y mínimos ascendentes, y dejará de ser alcista cuando su cotización sea menor que el mínimo anterior. La mejor alternativa, es siempre invertir a favor de la tendencia.
En segundo lugar, es importante tener en cuenta que la inversa de la gravedad no se aplica en los mercados financieros. Es decir, no siempre todo lo que baja, sube, debido básicamente a que los movimientos de las cotizaciones se deben a la ley de la demanda y la oferta, que a su vez va a depender de infinitas variables tanto macroeconómicas como microeconómicas. Cuando la oferta es mayor que la demanda el activo caerá. Es así como, en el caso de equivocarse, la mejor alternativa es reconocerlo a tiempo, asumiendo la pérdida, y no esperar a que el valor regrese a los niveles en el que se ha comprado, ya que en el mercado no existen los actos de fe. Lo mejor para evitar perder dinero, es trazarse una estrategia antes de entrar en el mercado, en la que previamente se haya fijado la pérdida máxima que se está dispuesto a asumir, y, una vez se ha operado, ceñirse estrictamente a la estrategia. Cometer errores, es una acto humano, pero reconocerlo es imprescindible para aprender de ellos.
Por otro lado, es común escuchar afirmaciones como: “la historia se repite”. La misma palabra lo define, la historia es pasada, y por ende no se puede esperar que las rentabilidades pasadas sean garantes de rentabilidades futuras. Sin embargo, es una variable que se debe tener en cuenta para entender como han afectado los diferentes ciclos económicos a los mercados financieros, con el fin de crear un criterio de inversión.
Por último, no se puede cree que invertir en renta fija no conlleva ningún riesgo, debido a que la existencia de un mercado incorpora el riesgo por su misma naturaleza. Un inversor de renta fija está expuesto a que se produzca un impago por parte de la entidad emisora de la obligación. A su vez, una persona que está comprada en bonos donde su objetivo no es permanecer hasta el vencimiento del mismo, puede verse perjudicado por una subida de tipos de interés, disminuyendo el valor de la obligación y por ende, obteniendo una pérdida. En suma, no se puede sistematizar que la renta fija no tiene riesgo.
Es verdad que son muchos los errores que se pueden cometer a la hora de operar en bolsa, pero aún es más importante dar a conocer las fuentes de información que pueden guiar a los inversores particulares, en aras de optimizar sus inversiones y ampliar su cultura financiera. De esta manera un grupo de profesionales ha compartido su experiencia, dando a conocer los errores más comunes en bolsa que todo inversor debería tener en cuenta antes de lanzarse a navegar por los “rápidos” del mercado financiero.