Diez formas en las que la Guerra de Ucrania cambiará el mundo

Según The Economist, la guerra de Ucrania ha tenido y tendrá grandes efectos sobre la economía mundial. Analicemos su punto de vista al detalle.

La invasión de ucrania por Rusia el pasado 24 de febrero ha sido un momento de redefinición de los poderes políticos a escala mundial. La batalla por Ucrania no es una “guerra regional” más, representa la ruptura de las relaciones diplomáticas de Rusia con Occidente, con importantes repercusiones con respecto de Europa y el resto del mundo.

  1. La guerra de Ucrania supondrá una nueva división para Europa. La brutal invasión rusa supone destrozar la soberanía de Ucrania y evitar que este país se una a la OTAN o a la Unión Europea. Rusia quiere anexionar al menos una parte de Ucrania creando un colchón entre Europa y Rusia que incluye Bielorrusia y Kazajstán. La repudiación rusa del orden occidental basado en normas, supone un cambio para Europa y una nueva división en el continente europeo, tres décadas después de la caída del muro de Berlín.
  2. La violación rusa de la soberanía de Ucrania supone el final del orden post guerra fría. La primera mitad de la era post guerra fría estuvo caracterizada por la unipolaridad US. La crisis generada por Rusia fue frustrada económica y políticamente, siendo incapaz de resistir el unilateralismo americano, mientras China estaba en una etapa incipiente de su ascenso como potencia económica. Los pasados 15 años se caracterizaron por la recuperación de Rusia, el ascenso de China, una rivalidad creciente entre los países occidentales y la erosión de la hegemonía americana. La invasión rusa de Ucrania ha sido un pulso al poder norteamericano y a su rol como líder mundial, y sugiere que el mundo, hoy en día es mucho más inestable y peligroso.
  3. La guerra de Ucrania profundizará la alianza estratégica entre Rusia y china. El ostracismo político, económico y del sistema financiero al que se ha condenado a Rusia supondrá los cimientos de su alianza con China. Lo que comenzó, según The Economist, como un “matrimonio de conveniencia”, ha crecido a lo largo de la última década hasta suponer una alianza estratégica. Rusia comenzó su “giro al Este” en 2012, al concluir que no se consideraba su opinión en el Orden Europeo de Seguridad, y que su futuro económico residía en el Este. Esto ayudó a China en los campos de energía, aéreo, poder marítimo, inteligencia, militar y diplomacia exterior; a cambio, recibió financiación y tecnología. Para China, una alianza con Rusia le ofrecía seguridad en su frontera norte, recursos naturales y un enfoque autoritario compartido, así como una “actitud” con respecto del Este. En los juegos olímpicos de Beijing, antes de la invasión rusa de Ucrania, el presidente Xi Jinping y Vladimir Putin hicieron una declaración de intenciones al mostrar cómo su alianza podría “no conocer límites” y que sería “superior a las alianzas político-militares de la guerra fría.
  4. Las acciones de Rusia aceleran la bifurcación del mundo entre dos campos de juego hostiles y enfrentados. China y Occidente han competido durante numerosos años para establecer un liderazgo sectorial y tecnológico en el futuro, sentando las bases para una futura bifurcación. La pandemia del coronavirus ha reforzado esta tendencia, impulsando en mayor medida la regionalización y alejando la globalización. Generando esta ruptura decisiva con el Oeste, las acciones rusas impulsarán la división del mundo entre dos polos opuestos. Algunos países tomarán partido, mientras que otros intentarán mantener un pie en cada campo. Conforme pase el tiempo, este equilibrio bipolar resultará cada vez más difícil.
  5. Un foco renacido de seguridad europea constreñirá el giro de US con Asia (tilt to). Al tener que desviar recursos diplomáticos para superar la crisis europea en la frontera este, Estados Unidos ha visto paralizado su esfuerzo de compensar el reto de una China floreciente. EE.UU ha debido centrarse en contener un poder en declive (Rusia), cuando ellos querían ser devotos a la energía rusa es más económicamente confiado sobre China que sobre cualquier otra vía conteniendo la amenaza de un poder creciente (china), esto supone malas noticias para economías como Japón, Corea del Sur y Taiwán, que contaban con disponer de mayor protección desde EE.UU., y que, incluso, pueden estar ahora ansiosas por formar una “coalición de contrapartida” frente a China en la región de Asia Pacífico.
  6. La guerra de Ucrania acelerará una escalada armamentística. El final de la amenaza soviética supuso un “dividendo de paz” y una caída del gasto armamentístico a escala mundial. El rearme global ha dado un giro años atrás, con China expandiendo su arsenal nuclear y Rusia, EE.UU., UK, Francia, entre otros países, modernizando su arsenal armamentístico. El número de cabezas nucleares desplegadas está al alza, revirtiendo la tendencia desde 1991. Además de ello, el desarrollo y despliegue de los mayores líderes en defensa de misiles anti-balas y armas anti-satélites y misiles hipersónicos están aplicando percepciones de amenaza entre poderes competidores e impulsando la escala armamentística. Esta lucha no ha alcanzado todavía las dimensiones de la que tuvo Rusia con EE.UU. durante la guerra fría, y el gasto de EE.UU. es más de 2.5 veces el de China, pero se está acelerando. La guerra de ucrania generara la proliferación de más armas y un ciclo desestabilizador de escala de armas tit-for-tat.
  7. Alemania ha comenzado a jugar un rol más asertivo en la política de