27 noviembre 2024
“La Dana tiene que marcar un antes y un después en la relación entre el Estado y las Autonomías”. Salvador navarro. Presidente CEV
“Lo urgente ahora es crear acuerdos para prevenir el futuro con la ayuda de expertos”. Adela Cortina. Catedrática de Ética.
En todo manual de economía nos muestran como los desastres naturales aceleran tendencias económicas, sociales y políticas previas, acentuando desigualdades económicas, y afectando asimétricamente a segmentos sociales más vulnerables. En el caso valenciano, desafortunadamente, ha sido así tanto en la población afectada como en las pérdidas humanas.
La Dana afectó al corazón industrial de la provincia de Valencia, con un espectro en torno al 18,2% de la provincia, 30% de los empleos y 500.000 personas.
La sociedad valenciana ha sufrido un nuevo desastre climático que ha pillado por sorpresa a todos los agentes económicos. La sociedad civil valenciana y española, con especial hincapié en el tercer sector, el voluntariado y los jóvenes han ofrecido una lección de compromiso, dedicación y empatía, arrimando el hombro y visibilizando una catástrofe.
El arco mediterráneo ofrece una creciente peligrosidad climática, y quizás deberíamos analizar procedimientos y protocolos sociedades con eventos climáticos extremos como la sociedad americana, e incorporarlos al menos en la planificación de infraestructuras (hídricas y comunicación), en la configuración de los presupuestos públicos, en el desarrollo urbanístico.
En el caso de la ciudad de Nueva Orleans, en sus 288 años de vida ha sufrido 27 desastres derivados de los huracanes. En el caso del Katrina, que tuvo lugar en el año diciembre de 2005 inundando todo el perímetro urbano y obligando a evacuar a la población el cronograma de la recuperación fue el siguiente.
Etapa 1: Periodo de emergencia. (duración estimada 6 semanas) Duración real 14 semanas.
Etapa 2: Periodo de recuperación. Balance de Daños. Duración real 11 meses.
Etapa 3: Periodo de reconstrucción. Duración real 11 años.
Etapa 4: Periodo de mejoras. Duración real 15 años.
Gráfico nº 1: Etapas reconstrucción Katrina.
Fuente: FEMA, 2015.
Si nos centramos en la etapa 2, las prioridades fueron restaurar el suministro de electricidad, gas, transporte público, colegios, hospitales y alimentación. Siendo una oportunidad para mejorar las infraestructuras críticas (suministro, salubridad, efectos medioambientales…)
Así pues, la superación de las primeras etapas es clave para el reposicionamiento estratégico de cualquier zona afectada por un desastre climático. Cada etapa debe cumplir con su función para mejorar el resultado de las etapas posteriores y reducir el tiempo necesario para culminar el proceso.
Volviendo al caso valenciano, y por lo que respecta a la primera etapa de diagnóstico y evaluación de daños, hay que felicitar a las organizaciones empresariales como la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Cámara Valencia, Confederación Valenciana del Pequeño Comercio o FEMEVAL, así como a entidades financieras como BBVA por haber hecho públicos informes en los que hay una primera valoración de los daños económicos ocasionados por la Dana de Valencia.
Si queremos que no vuelva a suceder una desgracia de estas proporciones, lo primero es analizar y evaluar la mejora de infraestructuras que deben adaptarse a los cambios económicos, demográficos y climáticos de las últimas décadas. Según los expertos esta adaptación requeriría 63.500 millones de euros, y su periodo de maduración es largo, así que debe empezarse cuanto antes.
Siguiendo con esta parametrización, en un estudio realizado por Rafael Domenech (BBVA) se mostraba como harían falta al menos 10.700 millones euros para recuperar el stock de capital perdido. En esta primera evaluación de los daños directos, este capital a recuperar tendría el siguiente reparto aproximado en sus partidas económicas más significativas:
a) Rehabilitación de 50.000 viviendas. 1.000 millones euros.
b) Recuperación polígonos industriales. 7.000 millones euros.
c) Comercios afectados. 1.400 millones euros.
d) Reparaciones energéticas. 200 millones euros
Ante una catástrofe de semejantes proporciones, los fondos previstos tanto en la unión europea como en los presupuestos generales del estado se muestran claramente insuficientes.
Si nos vamos al fondo de desastres naturales de la Politica Agrícola Comunitaria (PAC), estaríamos hablando de apenas 154,9 millones euros (porque ya se gastaron 295,1 millones euros), frente a los 1.086 millones de euros que necesitamos, y todo ello sin tener en cuenta las ayudas de la PAC que no se cobrarán por dejar de cumplir los compromisos del cuarto trimestre.
En este ámbito comunitario parece perentorio pactar la creación de un Fondo de Crisis Climáticas que si finalmente se consiguiera, tendría operatividad en el periodo presupuestario 2027-34.
Con estas limitaciones de partida, existen diferentes medidas que las administraciones públicas españolas y autonómicas deberían tener en cuenta para facilitar que las empresas y familias afectadas por esta catástrofe vuelvan a estar operativas cuanto antes, y minimizar los efectos económicos.
Operativa y procedimientos:
a)Acceso/Cumplimentación: Reducir burocracia para acceder a las ayudas, apoyándose en la declaración responsable, y con comprobaciones posteriores.
b)Formato: Importancia de primar ayudas directas frente a avales y préstamos para facilitar la viabilidad financiera.
c)Agilidad: primar el acceso a fondos para evitar cierres y renuncias profesionales en un momento crítico.
Reflexiones a tener en cuenta para la administración pública:
1.Ayudas fiscales: Aplazamiento de impuestos y seguros sociales. Se han identificado en un primer momento algunos a corto plazo, si bien hay que prever dificultades de tesorería también para el largo plazo. Por ejemplo, el IBI de 2024 ya se había pagado en la mayoría de los casos, por lo que parece más sensato ampliar el parámetro al IBI de 2025. La dificultad para atender los impuestos derivados de las herencias o donaciones, el pago del IVA del ultimo trimestre de 2024 o el pago de tasas u otros impuestos debe llevar a los gobernantes a plantear también moratorias a medio plazo, en base al tiempo necesario para recuperar la actividad y superar la falta de liquidez.
2.Moratorias: en el pago de los alquileres y préstamos hipotecarios o personales, a personas físicas o jurídicas. Estas medidas también deben estar basada en la proyección que se haga respecto a la duración de los efectos de la catástrofe. Ténganse en cuenta el periodo de reactivación de muchas empresas, la pérdida de trabajo para muchos empleados de las empresas afectadas, o la recuperación de la actividad agrícola.
3.Plan “Renove” de automóviles. Esta Dana ha afectado a unos 140.000 vehículos, la tramitación de indemnizaciones con el Consorcio de Compensación de Seguros, a pesar de los esfuerzos realizados desde esta institución, se dilatarán en el tiempo. Si se pudiera abrir de forma simultánea una vía alternativa para la adquisición de vehículos fabricados en España podría ser una oportunidad histórica para un sector estratégico para la economía española que se encuentra en un momento complicado.
4.Diferencias. No se pueden preparar medidas iguales para todos. Habrá empresas que con un ERTE podrán seguir adelante cuando se recupere la actividad, y otras a las que no les bastará con esta medida. No se trata de hacer trajes a medida, pero sí de considerar las diferencias en la medida de lo posible.
Reflexiones a tener en cuenta para las empresas afectadas:
1.Tiempo de asimilación. Hay que dejar pasar el tiempo suficiente a los negocios antes de empezar a solicitar información y la devolución de los importes objeto de las moratorias. Se necesitan medidas quirúrgicas que ofrezcan el tiempo necesario para superar el impacto de la catástrofe. Son problemas profundos que van a requerir tiempo para ser superados. Las empresas lo necesitan.
2.Certidumbre e información. Es fundamental la claridad, la precisión y la transparencia. No es de recibo una información de cara a la galería que haga concebir falsas esperanzas a los afectados, porque al leer la letra pequeña estén excluidos por algún requisito capcioso.
3.Expertos/facilitadores. Es importante contar con los profesionales que van a terminar colaborando con ciudadanos, autónomos y empresarios para solicitar la ayudas. Colectivos como SECOT que ofrece asesoramiento gratuito deben ser conocidos por parte de las empresas para ayudarles a salir del hoyo. Los economistas y los gestores administrativos conocen cómo funcionan sus clientes, y la capacidad que tienen para atender los requerimientos legales y financieros.
Como reflexiones finales, en primer lugar, y más allá de las primeras evaluaciones, las autoridades deben hacer un análisis profundo de los efectos directos e indirectos sobre el ciclo económico de la catástrofe, extendiendo el perímetro temporal. Hay que tener en cuenta que gran parte de las empresas afectadas van a dejar de suministrar productos a sus clientes, van a dejar de consumir productos y servicios de otras empresas, de dentro o de fuera de la Comunidad Autónoma, y van a dejar impagadas deudas a proveedores.
En segundo lugar, a lo largo de todo este periodo debe primar la empatía y la buena fe. Hay que partir de la base de que los afectados son personas que han perdido mucho o todo lo que tenían (amigos o familiares), con el efecto emocional consiguiente. El duelo requiere tiempo, y la salud mental exige un periodo para su estabilización. Es importante, desde la Administración, vigilar que nadie se aproveche fraudulentamente de las ayudas, pero sin dudar de todos los que las soliciten.
Acudiendo a los clásicos, Marco Aurelio en sus Meditaciones nos decía que las personas hemos nacido para colaborar, no para enfrentarse, ni para vivir aislado.
Cicerón, por su lado, nos mostraba como la vida en comunidad es esencial para el ser humano, y que sin colaboración no habría ciudades ni leyes. En este momento crítico para la Comunidad Valenciana, colaborar no solo es un imperativo moral o un mandato social, sino una necesidad básica. Trabajando juntos acompañaremos en el duelo a los que han sufrido pérdidas humanas, superaremos los desafíos, aprenderemos de los demás, y ayudaremos a recuperarse a los que han sufrido daños materiales
Isabel Giménez Zuriaga
Directora General
Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF)