En un entorno actual marcado por la incertidumbre en los mercados, afectados principalmente por la guerra comercial EEUU vs china y El Brexit. Cada vez hay más inversores que optan por el estilo de inversión, denominado Value Investing o inversión en valor. Se trata de un método de inversión enfocado al largo plazo, siendo uno de los máximos exponentes del Value contemporáneo Warrent Buffet. Su compañía Berkshire Hathaway, consiguió batir la rentabilidad por acción del índice con dividendos S&P 500, con una rentabilidad media del 20,8 % frente al 9,7 %.
Este método creado por Benjamín Graham y David L Doddsville consiste en la adquisición de valores de calidad por debajo de su valor intrínseco.
Graham en su obra “The Intelligent Investor” define como margen de seguridad a la diferencia entre el precio de un activo y su valor intrínseco. Podemos definir el Valor intrínseco, como el precio teórico por el que valoramos un activo, teniendo en cuenta, sus cuentas anuales, las ventajas competitivas de la empresa o sus perspectivas de futuro. Mientras que el precio de un activo es su cotización en el mercado. Por lo tanto, cuanto menor sea el precio de un activo mayor será el margen de seguridad.
Algunas claves principales a la hora de valorar un activo y su valor intrínseco, serán la existencia de barreras de entrada en el sector que impidan la entrada de competidores y el análisis de su equipo directivo.
Otro estilo de inversión es el Growth o inversión en crecimiento, parte de la idea que lo importante de una inversión no es el precio de adquisición de las acciones, sino la capacidad de crecimiento de la compañía a medio y largo plazo.
Numerosos estudios indican que la estrategia en Growth aporta mayores rentabilidades en periodos compulsos, mientras que el Value Investing da mayor rentabilidad cuando el mercado funciona eficientemente. Históricamente el Value Investing ha dado unas rentabilidades superiores a medio y largo plazo que el Growth, sin embargo en los últimos 12 años comparando ambos índices S&P 500 Value con S&P 500 Growth, la inversión en Growth ha superado al Value.
Ambos estilos de inversión son muy diferenciados, pero no excluyentes. Una alternativa es combinarlos, según nuestra estrategia de inversión y su perfil de riesgo.
A modo de conclusión, para una buena inversión en Value, es necesario estudiar bien la empresa en la que se quiere invertir, hacer cálculos a futuro con criterios conservadores y de largo plazo, manteniendo el activo hasta que alcance su valor intrínseco que hemos calculado. Como dice Warrent Buffet en una de sus cartas anuales a los inversores de Berkshire Hathaway “…También deberías ser capaz de resistir la tentación de alejarte de tu camino. Si no eres capaz de poseer una acción durante diez años, no deberías pensar en tenerla ni diez minutos…”.
Jorge Momblona Juan
Área de Contabilidad
Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros.