Septiembre 2024
Probablemente ya habrá oído que los países nórdicos son los más felices del mundo. El nivel de vida en Escandinavia es alto, con poca inseguridad económica para la mayoría de los ciudadanos. Los servicios públicos de alta calidad y las políticas sociales progresistas contribuyen a garantizar el bienestar de toda la población. Sin embargo, ¿es esto económicamente reproducible? ¿Existe realmente un modelo nórdico o escandinavo? Repaso, análisis y temas de inversión!
- Los hechos
El 20 de marzo se celebró el Día Internacional de la Felicidad. La Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce que la felicidad es un objetivo humano fundamental y pide «un enfoque más integrador, equitativo y equilibrado del crecimiento económico que promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos».
Para cartografiar la satisfacción de los encuestados en los 143 países estudiados, se pidió a los participantes que calificaran su nivel de satisfacción con su vida actual en una escala de diez puntos.
Este resultado se utilizó para calcular un valor medio de los resultados entre 2021 y 2023 para cada país.
Finlandia (7,74), Dinamarca (7,58) e Islandia (7,53) son los países cuyos residentes están más satisfechos según los cálculos, mientras que las tres puntuaciones más bajas se encuentran entre los residentes de Lesoto (3,19), Líbano (2,71) y Afganistán (1,72).
Aunque es fácil entender los resultados de la encuesta para los países «menos felices», cabe preguntarse por qué los 3 países más felices del mundo son países «nórdicos», y si su modo de vida y su «receta económica» deberían reproducirse. El famoso «modelo nórdico» …
- ¿Qué es el modelo nórdico?
El modelo nórdico es un término acuñado para describir la combinación única de capitalismo de libre mercado y prestaciones sociales que ha dado lugar a una sociedad con una serie de servicios de alta calidad, como educación y sanidad gratuitas y generosas pensiones garantizadas para los jubilados.
Estas prestaciones son financiadas por los contribuyentes y administradas por el gobierno en beneficio de todos los ciudadanos. Los ciudadanos tienen gran confianza en su gobierno y están acostumbrados a trabajar juntos para alcanzar compromisos y hacer frente a los retos de la sociedad a través de procesos democráticos.
Los responsables políticos han optado por un sistema económico mixto que reduce la brecha entre ricos y pobres mediante una fiscalidad redistributiva y un sector público fuerte, al tiempo que preserva las ventajas del capitalismo.
El modelo se basa en una economía capitalista que fomenta la destrucción creativa. Mientras las leyes facilitan a las empresas el despido de trabajadores y la implantación de modelos de negocio transformadores, los empleados cuentan con el apoyo de generosos programas de protección social.
El resultado es un sistema que trata a «todos» los ciudadanos por igual y fomenta la participación en la vida laboral. La igualdad de género es un sello distintivo de la cultura, que se refleja no sólo en la elevada participación de las mujeres en el lugar de trabajo, sino también en el alto nivel de implicación parental por parte de los hombres.
Como resultado, los ciudadanos eligen voluntariamente pagar impuestos más altos a cambio de beneficios que ellos y sus familias pueden disfrutar. El resultado son servicios financiados por el Estado, como la sanidad y la educación, que son de tan alta calidad que la empresa privada no tiene ningún incentivo para proporcionarlos o mejorarlos. Esta mentalidad se ha mantenido intacta a medida que se han desarrollado las empresas capitalistas.
En resumen, el modelo escandinavo es la combinación de una historia compartida y un desarrollo social que está en la raíz de gran parte de su éxito.
- El ejemplo sueco
La economía sueca, como la de la mayoría de los países europeos, se enfrenta a retos como la inflación y un crecimiento lento, pero presume de un dinámico sector de alta tecnología con empresas de renombre mundial como Spotify, Skype, Klarna y King Digital Entertainment.
Esta historia de éxito empresarial está atrayendo la atención a medida que Europa intenta competir con los gigantes tecnológicos de EE.UU. y China.
Suecia ha producido más unicornios tecnológicos (empresas de nueva creación valoradas en más de 1.000 millones de dólares) per cápita que cualquier otro país europeo, excepto Estonia, gracias a la temprana inversión en banda ancha y ordenadores personales en los años 90, que fomentó la aparición de una generación de ingenieros y emprendedores expertos en tecnología.
El país ocupa el cuarto lugar por número de unicornios, después de Gran Bretaña, Alemania y Francia, países con una población entre seis y nueve veces mayor.
Mario Draghi, ex Presidente del Banco Central Europeo, que está analizando la «crisis de competitividad» a la que se enfrenta la Unión Europea, citó recientemente a Suecia en un artículo del NY Times como ejemplo a seguir. Su sector tecnológico es dos veces más productivo que la media de la UE y ofrece sólidos programas sociales, señaló.
Los analistas también señalan la tradición sueca de inversión pública y privada en investigación y desarrollo, que actualmente representa el 3,4% de la producción total, uno de los porcentajes más altos de Europa.
La mayor parte de la investigación realizada en Suecia -alrededor del 70%- está financiada por el sector privado. Esta inversión ha permitido a empresas como ABB, Ericsson, Sandvik y el Grupo Volvo convertirse en líderes en sus campos. El 30% restante se financia con fondos públicos.
La sólida red de seguridad social de Suecia desempeña un papel crucial en el fomento de la innovación y la asunción de riesgos entre los empresarios.
Programas como la educación, la sanidad y las guarderías gratuitas proporcionan un manto de seguridad que permite a los residentes estar menos estresados por los gastos a final de mes.
Esta red de seguridad, combinada con la inversión pública y privada en investigación y desarrollo, ha permitido al sector tecnológico sueco ser dos veces más productivo que la media de la UE.
Además, el pequeño mercado nacional sueco empuja a sus empresas a competir a escala mundial, lo que permitirá al sector tecnológico representar el 11% de las exportaciones del país en 2022.
El éxito del país se atribuye a su apoyo cultural y estructural al espíritu empresarial, que le permite destacar en el panorama tecnológico mundial.
- ¿Cómo podemos interesarnos por el modelo escandinavo en los mercados de valores?
Invertir en el «modelo nórdico» puede ser una estrategia interesante por sus singulares estructuras económicas y sociales (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia). He aquí algunas ideas de inversión:
- Renta variable nórdica: Céntrate en los principales índices bursátiles nórdicos, como OMX Stockholm 30 (Suecia), OMX Copenhagen 25 (Dinamarca), OMX Helsinki 25 (Finlandia) y Oslo Børs (Noruega).
- Sectores: Dada la fortaleza de la región nórdica en tecnología y energías renovables, merece la pena centrarse en los sectores en los que destacan estos países. Por ejemplo, Suecia tiene un fuerte sector tecnológico con empresas como Spotify y Klarna, mientras que Dinamarca es conocida por sus empresas de energías renovables como Vestas Wind Systems.
- ETF Nórdicos: Algunos ETF se centran específicamente en los países nórdicos y ofrecen una exposición diversificada a la región. Algunos ejemplos son el iShares MSCI Nordic ETF (ENOR) y el Global X MSCI SuperDividend EAFE ETF (EFAS), que incluye valores con altos dividendos de la región nórdica.
- Bonos nórdicos: Los países nórdicos son conocidos por su responsabilidad fiscal y su entorno político estable, lo que hace que sus bonos del Estado sean inversiones de «bajo riesgo» relativo.
- Green bonds: Dado el compromiso de la región nórdica con el desarrollo sostenible, invertir en bonos verdes emitidos por gobiernos o empresas nórdicas puede ayudar a alinear su cartera con objetivos medioambientales.
- Fondos de infraestructuras: Dado el continuo desarrollo de las infraestructuras en la región, especialmente en los ámbitos de la energía sostenible y las ciudades inteligentes, los fondos de infraestructuras centrados en la región nórdica pueden ser una inversión sólida a largo plazo.
- Fondos ESG: Dado el firme compromiso de los países nórdicos con los principios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), la inversión en fondos centrados en ESG con una proporción significativa de empresas nórdicas puede alinearse con las estrategias de inversión sostenible.
Por último, recuerde que invertir en activos nórdicos también permite diversificar las divisas. Mientras que en Finlandia se utiliza el euro, los demás países nórdicos tienen sus propias monedas (corona sueca, corona danesa, corona noruega y corona islandesa). Sin embargo, como hemos visto recientemente, los movimientos de las divisas pueden afectar a la rentabilidad, por lo que debemos tenerlo en cuenta.
- Conclusión
Los detractores del modelo nórdico critican los elevados impuestos, el alto grado de intervención gubernamental y la productividad relativamente baja, señalando que todos estos elementos limitan el crecimiento económico. Señalan que el modelo nórdico redistribuye los activos, limita la cantidad de dinero disponible para el gasto personal y el consumo y fomenta la dependencia de los programas subvencionados por el Estado. En cualquier caso, se trata de un tema de inversión de probada eficacia. Cabe preguntarse, ¿lo importante no es ser feliz?
John Plassard
Especialista en Inversiones en Mirabaud Group