3/01/2025 – VALÈNCIA. El ya terminado 2024 ha sido un ejercicio marcado por los recortes en los tipos de interés acometidos por los principales bancos centrales, entre ellos el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Unas bajadas realizadas en la segunda mitad del año y que parece que van a continuar en 2025, aunque de manera mucho más moderada y progresiva. El objetivo es claro: mantener la inflación cerca del objetivo del 2% y tomar decisiones en base a los datos entrantes.
Las sucesivas decisiones en materia de política monetaria han tenido sus efectos en la evolución del euríbor y también en el desarrollo de los principales índices bursátiles. ¿Cómo evolucionarán las bolsas y los principales indicadores macroeconómicos en 2025? ¿Qué pasará en un año donde los tipos de interés volverán a bajar y donde Donald Trump regresará a la presidencia de Estados Unidos?
Para analizar todos estos factores y ofrecer una mayor pluralidad de opiniones sobre cómo evolucionarán las bolsas y los mercados en 2025, Valencia Plaza ha contactado con seis voces autorizadas del sector. Estas han sido sus respuestas….
Isabel Giménez Zuriaga. Directora General FEBF
La economía mundial evitó una recesión gracias a la moderación de la inflación y el nuevo ciclo de recorte de tipos. Sin embargo, creció el riesgo geopolítico en un año muy electoral.
Los sólidos beneficios y el crecimiento económico han alentado las ganancias del mercado de renta variable estadounidense en 2024 excesivamente concentrado en tecnología y servicios de comunicación (los siete magníficos) líder en ganancias y resultados; a medida que otros sectores más cíclicos (financiero, industrial) ganaban impulso el liderazgo se amplió.
En esta nueva etapa del ciclo económico, con reducciones en los tipos de interés, lo más importante es cuándo, dónde y a qué ritmo serán los recortes. El crecimiento se ha ralentizado, pero ya sabemos quién estará en la Casa Blanca.
2025 estará marcado por las decisiones de un Donald Trump legitimado en ambas cámaras, el desarrollo de los conflictos geopolíticos en curso, y las decisiones de los bancos centrales. En el primer caso, los mercados descuentan mayor volatilidad pero estabilidad en la tendencia, lo cual es una buena noticia. La mayor sorpresa puede ser el efecto de la recién inaugurada bolsa de Dallas (con grandes incentivos fiscales) sobre Wall Street.
Puede ser, además, un ejercicio en el que vuelva la inversión en China, y también los criptoactivos -bendecidos desde la Casa Blanca- pueden entrar en el menú de los grandes grupos bancarios. Se espera un año con inflación (cediendo poco a poco), y bancos centrales apoyando el ciclo económico. Un ejercicio favorable en el que los elementos europeos más distorsionadores (sin contar la guerra de Ucrania, que Donald Trump dice resolverá en 24h) serán las elecciones en Alemania, y la incertidumbre política en Francia.
Las perspectivas para la renta variable estadounidense de gran capitalización siguen siendo positivas, gracias al continuo crecimiento de beneficios y bonanza económica. Sin embargo, la revalorización del S&P500 en 2024 ha superado el crecimiento de los beneficios, enfatizando la importancia de la selección; conviene centrarse en valores que generen un crecimiento que justifique su valoración (y no hay tantos).
El contexto de cambio estructural de tipos de interés elevados durante más tiempo, y algo de inflación, sigue favoreciendo los activos del mercado monetario. Los tipos en descenso abren la puerta a aumentar la duración en las carteras, y tomar posiciones en crédito, segmento que ofrece operaciones atractivas. Una opción complementaria atractiva es el high yield, no solo por su rendimiento frente a la renta fija, sino también frente a la renta variable.